Hay muchas formas de hacer ejercicio físico y para adelgazar, no hace falta estar todo el día metid@ en un gimnasio. Vamos a ver cómo puedes adelgazar andando sabiendo cómo andar correctamente para adelgazar, sólo necesitas un poco de técnica y regularidad.
Adelgazar andando, es posible
Muchas personas piensan que para adelgazar, hay que pasarse horas en el gimnasio sudando y que adelgazar andando, es una idea de lo más ridícula.
Cualquier actividad física constante, incluso andar, hace que el metabolismo se acelere y se quemen calorías para convertir los nutrientes en energía en lugar de grasa subcutánea. Un aumento de peso, suele ser debido a un desequilibrio entre las calorías ingeridas y las quemadas, con lo que si incrementamos el gasto calórico por medio de alguna actividad física, y mantenemos o disminuimos la ingesta calórica, bajaremos de peso rápidamente.
Aumentar el metabolismo para adelgazar andando.
Cuanta más masa muscular tengamos, más energía quemaremos ya que la masa muscular quema energía incluso en reposo. Si nuestra masa muscular es más abundante que las reservas adiposas, más energía consumiremos incluso en estado de reposo. Por eso, es tan importante hacer una dieta adecuada que te haga perder grasa y no masa muscular, como pasa muchas veces con las dietas desequilibradas (puedes ver el artículo: ¿Cómo evitar el efecto rebote?).
Dos o tres sesiones de unos 30 minutos a la semana, te serán suficientes para ver los resultados a partir de los tres meses, pero para ello, debes andar con una técnica determinada.
En este vídeo puedes ver más consejos sobre cómo adelgazar andando.
Técnica para andar correctamente para adelgazar
Andar a buen ritmo.
Hay que andar a un ritmo rápido, entre 7 y 9,5 km/h. Para que te orientes, deberías recorrer un kilómetro y medio en unos 10 o 15 minutos. Cuando tu cuerpo trabaja a un ritmo que hace a tu corazón trabajar entre el 60 y el 70% de tu frecuencia cardíaca, el cuerpo recurre a las reservas para producir energía.
Para saber cuál es la frecuencia cardíaca adecuada para ello, podemos recurrir a la siguiente fórmula:
Frecuencia cardíaca máxima= 220 – Edad
Calculando el 60 ó 70% de esa frecuencia cardíaca máxima, sabrás qué pulsaciones debes mantener para quemar grasa.
Por ejemplo, si tienes 25 años, tu frecuencia cardíaca máxima será de 195 (220-25=195) y el 60 ó 70% de esas pulsaciones máximas sería 117 y 136 pulsaciones por minuto, por lo tanto, para que tu cuerpo queme las reservas de grasa, debes realizar una actividad física que mantenga tus pulsaciones entre 117 y 136.
Lo ideal es mantener esa intensidad durante 30 minutos, ya que los primeros 20 minutos el cuerpo suele quemar el glucógeno que tienes almacenado en el hígado y es pasados esos 20 primeros minutos cuando empieza a utilizar la reserva de grasas.
Técnica adecuada.
No vale con andar de cualquier forma, hay una técnica para que se gasten más calorías y se trabaje más cantidad de músculos en cada zancada. Esta es lo que intentan conseguir las zapatillas para quemar calorías andando que modificando levemente nuestra postura, hacen que se trabajen más grupos musculares y consiguen una tonificación mayor.
Zancada adecuada.
Al caminar deprisa, hay que dar las zancadas lo más natural posible, debes encontrar la longitud adecuada con la que te sientas comod@. 
Procura que sean zancadas largas, pero sin que por ello sea incómodo.
Coloca bien el tronco.
El tronco y el pecho deben estar bien colocados. Es muy importante que la pelvis esté ligeramente rotada hacia delante y tengas el abdomen contraído (metiendo tripa), eso hará que tus abdominales trabajen mucho más mientras caminas, y al tener la pelvis rotada hacia delante, conseguirás que los glúteos y los abductores (los músculos de la cara interna de los muslos) trabajen mucho más y tonificarás la zona mucho más.
Los brazos también son importantes.
Son los brazos los que te ayudan a coger impulso a la hora de caminar.
Hay que mantenerlos flexionados a 90º. Balancéalos alternadamente manteniéndolos pegados al cuerpo, pero haciendo que el movimiento provenga de los hombros. La mano no debe subir más allá de la altura de los hombros en cada zancada. De esta forma, además tonificarás los hombros mientras caminas.
Mantén la respiración abdominal.
Es imprescindible mantener una buena respiración ya que caminar es un ejercicio aeróbico. Cuando candas, la sangre lleva el oxígeno a los órganos y músculos que trabajan y gracias al oxígeno pueden quemar grasa y convertirla en energía. Si notas que te falta el aliento, haz respiraciones más profundas para proporcionar un aporte extra de oxígeno a tu organismo y de esta forma, aumentarás tu capacidad respiratoria. La cuestión está en la calidad de las respiraciones, no en la frecuencia de las mismas. Es decir es más importante hacer menos respiraciones pero que sean profundas a muchas respiraciones muy superficiales que además harán que te hiperventiles.
Espero que te haya resultado interesante 🙂
