El hipotiroidismo puede deberse a varias causas.
Atireotosis: se produce cuando se nace sin glándula tiroidea y es la causa más común del hipotiroidismo congénito o que se adquiere al nacer. Estos bebés deben tomar las hormonas tiroideas (Levotiroxina) a través de medicación de por vida.
La atireotosis también la sufren las personas a las que se les extrae la glándula tiroides de forma total como tratamiento para combatir un cáncer o tumoración que se haya producido en la glándula tiroides y también deben tomar la medicación hormonal sustitutiva (Levotiroxina) de por vida.
Tiroiditis subaguda: es de naturaleza autoinmune aunque no se sabe exactamente por qué se produce. Primero produce un hipertiroidismo que acaba en un hipotiroidismo crónico.
Destrucción o atrofia de la glándula: debido a una readioterapia de tejidos cercanos como mama o cuello.
Alteración en la hipófisis: si esta glándula se encuentra alterada puede producir un de forma deficiente la hormona estimulante del tiroides (TSH) y debido a ello tener un nivel por debajo de lo deseable de las hormonas tiroideas. En algunas mujeres que sangran mucho durante el parto se produce una degeneración en la hipófisis dando lugar a un hipotirodismo. Este caso recibe el nombre de síndrome de Sheehan.
Tratamiento por hipertiroidismo: puede ser que durante el tratamiento por hipertiroidismo con yodo radiactivo o cirugía se produzca un hipotiroidismo porque se “mata” la glándula y se destruyen las células tiroideas.
Tiroiditis de Hashimoto: es la causa más común de hipotiroidismo. Se trata de una tiroiditis (inflamación de la glándula) autoinmune en que el tejido tiroideo es destruido de forma progresiva por el propio sistema inmunitario del paciente. Puedes ver toda la información sobre esta enfermedad en el capítulo monográfico de esta enfermedad.
Embarazo: a veces durante el embarazo también se produce hipotiroidismo. En ocasiones cuando se da a luz se sigue padeciendo este trastorno, y en otros casos se resuelve sin volver a producirse.
Alimentación pobre en yodo: prácticamente esta situación no se da en nuestros días. Gracias a que tomamos alimentos procedentes de distintas partes de nuestro país o incluso del mundo, la pobreza en yodo de algunos suelos no afectan a nuestra alimentación, como ocurría el siglo pasado en que normalmente la alimentación era a base de alimentos de nuestro entorno cercano y si había pobreza de yodo en el suelo afectaba enormemente a la población local. Por ejemplo, pueblos alejados de la costa en que no se podía comprar pescado y que los alimentos que se consumían eran del entorno rural del mismo pueblo y no se tenía acceso fácil a alimentos de otros lugares. En esos casos, si el suelo donde se cultivaban los alimentos tenía poca concentración de yodo, sí daba lugar a que en ese pueblo en concreto los casos de hipotiroidismo fueran muy frecuentes, pero como digo esta condición hoy en día en que consumimos alimentos de cualquier parte del mundo de forma generalizada ya no ocurre.
Es más, un exceso de yodo también puede producir hipotiroidismo por lo tanto no es recomendable tomarlo en exceso a base de complementos nutricionales como por ejemplo la espirulina u otras algas marinas.
Puedes ampliar esta información en la Guía
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